SUTIL BELLEZA - Sodalita -
La vida es como un telar, se construye línea a línea y sólo hasta el final se puede observar la belleza del trabajo completo como una sola pieza. Cuando decidas vivir esta experiencia de vida desde ti misma, sin preocupación de lo que debe ser o no correcto, simplemente siendo lo que se sienta perfecto; en ese momento vas a ir empezando a encontrar tu libertad. Libertad para expresarte plenamente sin necesitar nada de vuelta.
Este mala viene a recordarte que nada puede ser conseguido a fuerza, la delicadeza profunda y la honestidad pueden mover montañas y requieren de mucho menos desgaste; concédete el permiso para confiar en tu simpleza y en la simpleza de la vida, vas a sentir libertad.
El contenedor que acompaña este mala y que hace de Gurú (quien te lleva de la oscuridad a la luz) tiene como propósito que se llene con lo que te va resonando: pequeños cristales, mensajes, aire, suspiros, pensamientos; todo lo que a tu paso te vayas encontrado y quieras llevar contigo como compañero de viaje.
La Sodalita facilita la expresión y el conocimiento de la emoción que ha venido a representar la verdad personal. Con frecuencia se confunde con el lapislázuli debido a tus tonos azules que son casi iguales, no obstante su apariencia es similar, su energía es diferente. La Sodalita se relaciona más con la expresión de la personalidad, mientras que el lapislázuli hace posible que trasciendas las ilusiones que tienes sobre ti mismo para descubrir quién eres realmente. El lapislázuli es un cristal que juega en el cuerpo mental. La sodalita te anima a hablar desde tus sentimientos, ya a llegado la hora de no tener que reprimir los sentimientos. Cuando este cristal es elegido, quiere decirnos la dificultad e incomodidad que se puede presentar ante la necesidad de que sean sus sentimientos el modo de expresión; necesitan bajar las barreras inconscientes auto impuestas para investigar esta faceta de sí mismos de una manera completamente nueva. Si logra permitírselo, con frecuencia el resultado es la expresión efusiva de la emoción que ha estado contenida por años y el resurgimiento de una nueva persona antes desconocida.